En todos estos años trabajando con entrenadores de fútbol hemos dejado una cosa muy clara y la queremos sacar del tintero para todos vosotros, para estar un paso más allá en cuanto a vuestros entrenamientos, un entrenador debe comprender que el mismo es una pieza más de todo el equipo. Sabemos que puede sonar cliché o algo absurdamente lógico, pero es que no tenemos que darlo por hecho y siempre hemos de tenerlo muy presente a la hora de comunicarnos y relacionarnos con nuestro equipo.
Hablemos pues, de la relación que tenemos con nuestros jugadores y de cómo mejorarla. De esta forma arrojaremos un poco de luz sobre una de las claves de un equipo exitoso: La Unión y el compañerismo entre los jugadores y con el entrenador.
1. Priorizar a nuestros jugadores, empatizar con ellos. Para ello algunos de nuestros consejos son:
- Comenzar la relación de forma cordial. La primer impresión importa. Si generamos confianza a la primera con la otra persona, con un buen trato, una actitud positiva y siendo cordiales, hará que la posición frente a nosotros sea más cercana y con más predisposición a trabajar juntos. Como entrenadores debemos darle importancia a este apartado y lograr que los jugadores identifiquen el hecho de que la unión de piezas dentro del equipo tiene que ser fundamental para conseguir los objetivos.
- Elogiar los pequeños progresos. Poder generar en nuestro jugadores confianza en sí mismos es fundamental para que no se desalienten y puedan mejorar en su juego, ya que mientras más confianza se genere se producirán pensamientos más positivos y mejores actitudes que servirán a la hora de tomar decisiones en el campo de juego.
- Tener en cuenta sus ideas con una escucha activa. Respetar y escuchar al otro nos ayuda a reconocer sus méritos y generar confianza. El entrenador no está allí solo para proporcionar respuestas inmediatas a partir de su conocimiento y experiencia, sino que también debe escuchar y entender a su equipo y tener en cuenta experiencias e ideas de sus jugadores.
- Llamarlos por su nombre, para que sientan que te acuerdas de ellos. Esto ayudará a generar confianza ya que llamarlos por su nombre quiere decir que los conocemos y creará una relación más cercana.
2. Mostrarnos cordiales y receptivos:
- Admitir nuestros errores de forma rápida y contundente. El admitir una equivocación ayuda a que los jugadores se relajen y sus miradas hacia nosotros sean de forma diferente. Al final, todos somos humanos y podemos equivocarnos.
- Sonreír. Algo tan simple como sonreír creará buen ambiente y ayudará a incentivar al equipo a la hora de entrenar.
- Interesarnos por los demás. Si como entrenadores mostramos un interés sincero por cada uno de nuestros jugadores, ya sea con pequeños gestos, lograremos que nuestros jugadores se sientan mejor dentro del grupo y se afiance nuestra posición de liderazgo.
- No criticar ni condenar a los demás. La crítica suele matar las ambiciones de una persona, por lo que criticar a nuestros jugadores suele causar un efecto negativo en ellos. Lo mismo sucede con la queja constante crea mal ambiente, por lo que es fundamental ser responsables y transformar ese motivo de queja en una posible solución del problema para entrar en una dinámica positiva.
3. Reforzar el sentimiento de equipo:
- Lanzar pequeños retos. Estos harán que nuestro equipo no se quede en su zona de confort, ni se acomode. Debemos lanzar pequeños retos tanto a nivel de equipo, como retos individuales a los jugadores. Esto ayudará a aumentar el rendimiento de los mismos y crear un mayor sentimiento de equipo y compromiso.
- Escuchar sus dudas, quejas y sugerencias. Si persuadimos al equipo de que una idea es suya, la realizarán con mayor entusiasmo que si es impuesta. Hay que ir orientando al equipo hasta que los propios jugadores descubran la idea que queremos trasmitir y la adopten como si fuera suya.
Si vamos aplicando estos pequeños consejos, poco a poco nuestro equipo se convertirá en una familia, generando una conexión y confianza con el entrenador como uno más del equipo, por más que este sea el que lidera.
Tenemos más consejos en cómo reforzar el sentimiento de equipo aquí
La clave está en confiar en nuestro equipo y demostrar que pueden confiar en nosotros por igual, y nunca debemos de olvidar que todos somos parte de un mismo equipo y que hemos de remar juntos. Como entrenador hay que ser un líder que acompaña en la toma de decisiones y se preocupa por los suyos, y no un jefe que impone sus reglas.