Seguramente esta semana has estado escuchando hablar en todos lados de Simone Biles, gimnasta artística estadounidense, siete veces campeona nacional, 2 veces campeona olímpica en Río 2016 y cinco veces campeona del mundo.
¿Por qué estamos hablando de ella?
Es que justamente esta semana en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2021, la atleta se ha retirado de las olimpíadas por problemas de salud mental. La misma ha sido aclamada y apoyada en todas las RRSS al haber hecho tan valiente declaración pues no lo podría haber dicho más claro: “La salud mental es igual o incluso más importante que la salud física. Creo que la salud mental está más presente en el deporte ahora mismo. Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos. Tan pronto como entro en la colchoneta, solo estamos mi cabeza y yo, lidiando con demonios en mi cabeza. Tengo que hacer lo que es correcto para mí y concentrarme en mi cordura y no poner en peligro mi salud mental y bienestar.” Declara.
Desde un punto de vista deportivo la psicología del deporte es una intersección entre la psicología y las ciencias deportivas, los principios de esta dictaminan qué se aplica a cada área. Esta intersección la podemos enfocar desde dos puntos de vista diferentes:
- Los factores psicológicos que influyen en la participación del deporte y
- Los efectos derivados de participar en un deporte.
El funcionamiento psicológico de los deportistas es igual de importante para su rendimiento que el funcionamiento físico, técnico y táctico. Además, el funcionamiento psicológico puede influir de manera positiva o negativa en todos esos factores, por lo que es muy importante controlar el aspecto mental en la dirección correcta. Sería idóneo que la preparación psicológica fuese integrada dentro de los entrenamientos, ya que estar “fuera del campo” es peor que no saber jugar.
¿Qué papel marca el entrenador respecto al deportista?
El entrenador es una de las figuras más importantes en el mundo del deporte, por ello llevar una buena relación con sus jugadores es fundamental. Podemos enfocar la relación con un jugador de dos maneras, basándose en recompensas o en críticas. Si bien ambas son útiles bien aplicadas, por norma general la más utilizada es la positiva, además de ser la más recomendable, ya que ayuda a aumentar la motivación del jugador y a su vez la responsabilidad con los objetivos.
Veamos cómo podemos mantener a nuestros jugadores motivados:
- Concéntrate en enseñar y practicar habilidades deportivas.
- Cambia su actividad con frecuencia.
- Establece expectativas realistas para cada jugador en función de sus capacidades.
- Realiza demostraciones, dando instrucciones cortas y simples.
- Recompensa no solo los resultados, sino también la ejecución técnica y el esfuerzo.
- Utiliza un enfoque positivo para corregir los errores.
- Altera las reglas ligeramente para aumentar la acción y participación de los jugadores.
¿Qué aspectos psicológicos son los más importantes a tener en cuenta durante la preparación de tus jugadores?
La motivación: La podemos definir como la intersección del compromiso que tiene el sujeto hacia la tarea y las ganas que emplea en el cumplimiento de esta.
Autoconfianza: Es el grado de certeza o seguridad que tiene el sujeto en realizar una determinada acción o habilidad motriz. La confianza produce en el sujeto emociones positivas y facilita la concentración del sujeto en la tarea a realizar, además, influye en el grado de consecución de objetivos haciendo que aumente tanto la intensidad como la duración del esfuerzo, interfiere en las estrategias del juego y afecta a las demás variables psicológicas.
Concentración: Para optimizar el rendimiento del futbolista, este debe ser capaz de desarrollar los cuatro tipos posibles de atención, ancho, externo, estrecho e interno. A pesar de esto, y como hemos mencionado anteriormente, el foco de atención del futbolista a lo largo de un partido cambia, y por lo tanto, también lo hace su concentración.
Activación: Podemos entenderlo como qué tan activo está el cuerpo del jugador, lo comprendemos como el gradiente entre el sueño profundo y la excitación máxima.
Ansiedad: Es un estado emocional que incluye sensaciones de nerviosismo, preocupación y aprensión, relacionadas con la activación del organismo. Según esto, la ansiedad tiene un componente de pensamiento llamado ansiedad cognitiva y un componente de ansiedad somática que constituye el grado de activación física percibida. Las fuentes generadoras de ansiedad más importante dentro de cualquier evento relacionado con el fútbol son las siguientes:
- El miedo que puede producir el fracaso, lo cual genera un nivel de ansiedad elevado sobre todo en lo que respecta a qué dirán la familia, amistades, público… Es decir, la ansiedad viene determinada por el desprecio o rechazo que pudiese sufrir en un futuro el futbolista respecto a un punto o partido determinado.
- Miedo a no estar a la altura necesaria de la competición, es decir, el jugador posee un menosprecio hacia él mismo que genera un alto grado de ansiedad.
- Manifestaciones Somáticas y psicológicas.
Estrés: Existe un número razonable de agentes estresantes en el fútbol. Estos agentes estresantes influyen en el rendimiento mediante diferentes procesos, debilitándolo (trayendo respuestas negativas), o fortaleciéndolo (ayudando a los jugadores a usar recursos individuales de forma efectiva y eficiente en las situaciones deportivas).
Hemos detectado varios agentes que traen estrés a los futbolistas, algunos de estos son:
- Importancia del Evento: Por norma general, cuanto más importante es un partido de fútbol, más estrés produce en el deportista.
- Nivel de incertidumbre: Cuando el futbolista se enfrenta a otro sujeto de condiciones parecidas, la incertidumbre provocada por la misma situación puede ser una fuente de estrés importante.
- Nivel de Ansiedad: Rasgo que posee el futbolista.
- Autoestima: El grado de autoestima del futbolista produce que el estrés sea más o menos relevante.
El estrés es influido por múltiples variables, sobre todo aquellas que conforman la subjetividad del individuo, en este sentido la variable cultural es muy importante. La forma de evaluar un determinado estímulo es diferente según la pertenencia cultural del sujeto y también lo es la forma de afrontamiento del estrés. Esto traerá diferencias en la forma en que los estímulos estresantes afectan al sujeto.
En resumidas cuentas, el futbolista y cualquier deportista es bombardeado con un sinfín de factores que condicionan su rendimiento, por ello el trabajo de un buen entrenador es saber detectar cuando algo no anda bien y dar un empujón en la dirección correcta. Muchos de nuestros alumnos refieren a sus jugadores a psicólogos para favorecer el rendimiento individual y en equipo tal y como se recomienda ante situaciones graves en nuestro Máster en coaching y psicología del deporte, pero lo importante es poder detectar y saber cómo actuar ante estas situaciones y tener la formación correcta te ayudará a ti y al bienestar de tu equipo.